martes, 26 de junio de 2007

Adiós, señor Motta


No tiene sitio en el Barça y deberá buscarse la vida de una vez por todas. Protegido por todos los entrenadores que han pasado desde 2001, al italo-brasileño se le ha acabado el crédito.

La sensación general es que se puede haber marchado un “cáncer” del vestuario. La afición no le tenía aprecio pese a haber escrito toda su historia futbolística en can Barça.
Apareció como una futura perla jugando como interior izquierdo, pero sus posibilidades de jugar en la zaga por su corpulencia hicieron que su posición se retrasase hasta quererlo adaptar al medio centro.

Como digo, aptitudes no le faltaban. Corpulencia, toque de balón, visión de juego… un diamante en bruto. Pero eligió el mal camino, el de Kluivert.

Coincidió tres temporadas con el holandés y ahí se empezó a ver su falta de personalidad. Lo que hacía Patrick lo intentaba imitar él, hasta el punto de ponerse una ridícula chaqueta de piel y unas gafas de sol (a lo Matrix) para la presentación de unos premios musicales. Él no lo sabía, pero todos pensábamos que era penoso verle actuar con tal chulería cuando no era nadie. Decíamos: ¿con quién ha empatado este?

El caso Kluivert (otro “tumor” extirpado) le hizo mucho mal. Se dejó, salía más de lo justo y, lo peor de todo, su aportación futbolística fue de mal en peor.

Entonces llegó Ronaldinho y aquí fue cuando, sorprendentemente, Motta se volvió más brasileño que nunca. Iba a rebufo del Gaucho y, otra vez, vimos un cambio de imagen. Del Matrix se pasó al Eminem. Si el 10 azulgrana se ponía gorrito jamaicano, él también; que toca ropa de Jordan, él se la ponía.

Pero esta claro que Ronaldinho le queda muy por encima y no podía seguir su ritmo. Y buscó ayuda en Messi. Muy listo él. Se arrima a la nueva perla, como si no lo supiera. El caso es que no le ha dado tiempo de acogerse a su modus vivendi. Si le hubieran dejado más tiempo hasta nos sorprendía con un "viste pibe".



Que dices, esto parece más una valoración de estilo que de carácter. Cierto. Pero a través de estas pequeñeces se pueden deducir otras cosas. Si Kluivert trotaba, él se ahorraba el srpint; si Ronaldinho hace tres pasitos antes de chutar la falta, el amigo también. Y así hasta infinidad de ejemplos.

La deducción es una y básica. Thiago Motta ha estado en la mejor escuela de fútbol del mundo y se ha pasado los estudios por el forro. No ha aprovechado las muchas oportunidades que ha tenido, y se ha mantenido gracias al cobijo que le han dado los entrenadores y el propio club.

Así pues, si Txiki ha anunciado hoy su marcha pese al interés de Rijkaard para que se quede, es porque, por una vez (y que no sirva de precedente), el secretario técnico ha hecho las cosas bien… a medias.

Ahora será más difícil sacar tajada por un jugador despreciado. Ay querido Txiki… Cuantas cosas nos quedan por aprender! A ti, y a mi.

P.D: Suerte Thiago, espabila y demuestra de lo que eres capaz y en tu club de siempre se te recibirá como lo mereces.

2 comentarios:

Albert Batlle i Poy dijo...

Hola compañeros. Felicidades por el blog. Sé de buena tinta que lo vuestro es vocación.

Respecto al tema Motta no puedo decir nada más que comparto todo lo que nos contáis sobre él: grandes condiciones, falta de personalidad, dejadez y cierto aire de crack de origen desconocido. Son 'cualidades' que Motta nos ha mostrado a lo largo de todos estos años.
Hubo una época en la que en mi grupito de amigos futboleros les llamábamos 'el protegido'. Nadie de nosotros entendía el porqué de sus titularidades en ciertos encuentros. Recuerdo la ida de las semifinales de la Champions 01/02, donde marcó a Zidane. Era el día de Sant Jordi, mi novia se enfadó conmigo por ir al fútbol y el Barça perdió 1-2.
Recuerdo salir del Camp Nou como alma en pena, sabiéndome eliminado por el eterno rival, pero convencido al menos de que Charly Rexach -el entrenador del Barça entonces-, hizo bien en proteger a Motta. Aquél día jugó bien.
Por aquel entonces, el chaval llevaba el pelo corto, y era más conocido por su agresividad dentro del terreno de juego que por sus 'juergas' fuera de él.
Yo diría que Motta es una de las ilustres víctimas del éxito. No lo ha digerido nada bien, y no creo que llegue al verdadero nivel que se le supone. Si en Can Barça, donde se le ha mimado sobremanera, no lo ha conseguido ¿dónde lo hará? ¿En Italia, donde el fútbol se valora en función de la competitividad? No creo en brujas...
Es una lástima, sobre todo por él, pero me temo que nunca veremos al gran Motta. Nació para ser un nuevo Frank Rijkaard y ni siquiera ha jugado tres partidos seguidos a gran nivel.
En definitiva amigos, lo doy por perdido para la causa futbolística.
Ojalá me equivoque.

jonaldinho dijo...

motta es un paquetazoooo del mil...nada mas q decir...no iva ni como estrella ni como na...ese tio nacio futbolisticamente estrellaoooo asi de simple.....asta luego