lunes, 25 de junio de 2007

Radiografía-Cronología del día que llegó Henry al Barça o del día que dos periodistas estuvieron más de ocho horas en el Camp Nou


Dicen que el periodismo es una profesión apasionante, interesante, bonita, que es un simple servicio a la sociedad, o, incluso, que es peligrosa. Pero días como el de la presentación de Thierry Henry como nuevo jugador del Barça nos demuestran, al amigo Oriol y a mí, que también es un terrible ejercicio de paciencia y una dura batalla para conseguir el fin que persigue cualquier persona que se dedique a esto: informar.

Aquí está la radiografía-cronología de un día largo, de una jornada maratoniana con el nombre de Henry tatuado entre ceja y ceja, pero, por qué negarlo, divertido.

10.50: Llego al Camp Nou para ver la entrada de Henry al Centro Médico, lugar en el que se le realizan las pruebas médicas para dar el OK a su fichaje. Con la esperanza de que el delantero francés hable o diga, al menos, una frase digna de ser publicada o reproducida en la radio o la televisión.

11.00: Llega Ori con el mismo objetivo que yo. Desde ese momento apenas nos separaremos hasta pasadas muchas horas.

11.10: Llegan los primeros rumores de que Henry, que debía personarse a las 11 en el estadio, va con retraso.

11.20: Se confirman los rumores.

12.00: Henry llega al centro médico. Como el día anterior no esboza una sola palabra, para frustración de la enorme cantidad de medios de comunicación presentes, entre el recorrido de apenas 10 metros que le separa del coche con el que se ha desplazado desde el Hospital de Barcelona, donde ha realizado la primera fase de las pruebas médicas, y la puerta de acceso al Centro.

12.30: El tema se alarga. El sol de justicia que cae sobre Barcelona obliga a buscar protección en los pequeños resquicios de sombra que aparecen.


13.00: Henry sigue en el Centro Médico. Nos informan de que no hablará hasta la tarde, cuando se presente a las 18.00, y que las impresiones de los médicos (bendita transparencia) serán colgadas en la web del club.

13.30: Henry sigue en el Centro Médico. Ante el panorama que se dibuja, y el hambre alimentado por el calor, Ori y yo decidimos retirarnos a comer al Rincón del Viti, restaurante a pocos pasos del Camp Nou.

14.00: Comemos. El poco tiempo que queda para la presentación de las nuevas camisetas del Barça, programada para las 16.00, nos convence para quedarnos por el Camp Nou esas dos horas.

14.15: Entramos en la tienda del Barça. Paseamos un rato, nos enteramos de que la nueva camiseta se venderá a partir del domingo 1 de julio, y vemos que las camisetas que caducan en menos de una semana tienen el asequible precio de 85 euros.

14.30: Decidimos comprar una pelota de plástico de los Barça Toons para matar el rato jugando a fut-tennis.

15.00: Jugamos a fut-tennis hasta que Ori tiene que entrar en la radio y el tremendo sudor nos conduce a una conclusión: mejor parar que llegar a los actos de la tarde oliendo a tigre.

16.00: En el Camp Nou hay unas 2.500 personas esperando la presentación de las nuevas camisetas.

16.05: El presidente Joan Laporta y el Director de Nike en España, micrófono en mano, dan paso a los tres modelos, de perfil más cercano a 'Chico Corte Inglés' que a futbolista, que visten cada una de las tres nuevas equipaciones.

16.30: Se acaba uno de los "momentos más esperados del año", según Laporta, y se centra toda la atención y la paciencia sobre Henry.

17.00: En la sala de prensa del Camp Nou comemos algo.

17.10: Nos dirigimos al Bar de la Pista de Hielo del Barça para tomar algo. Antes, miramos las gradas del Camp Nou y vemos que ya hay alrededor de 8.000 personas aguardando al nuevo crack mediático.

17.45: Subimos a la Sala París, donde se presenta Henry.


18.00: Se presenta Henry. La expectación generada por el fichaje es innegable: 103 medios de comunicación en el acto y unos 200 periodistas siguiéndolo.

18.05: Laporta y Txiki, exultantes, muestran al mundo su nueva adquisición. Henry, tímido, se prepara para abrir por primera vez la boca en público desde su llegada a Barcelona.

18.40: Acaba la rueda de prensa de Henry con un: "Estic content de jugar al Barça" en un catalán inmaculado aprendido de su compañero, hasta ayer, Cesc Fàbregas.

19.00: La enorme expectación suscitada por la presentación de Henry no sólo se palpa en los medios de comunicación: 30.000 personas, la mayoría adolescentes en pleno disfrute vacacional, llenan la parte de la Tribuna del Camp Nou. La junta directiva, casi en pleno, espera sobre la hierba a la estrella.

19.10: 10 minutos le bastan a Henry, dorsal 14 en la espalda, para confirmar que su contratación no ha pasado inadvertida. Locura en el Camp Nou mientras el francés juega con el balón y saluda al público. "Estic molt content de jugar al Barça", repite.


19.12: Henry abandona el estadio. Y, con él, los periodistas que, como yo y Ori, han estado más de 8 horas pendientes de un jugador que ha llegado, ni más ni menos, una semana después de que el Barça regalara la Liga al Real Madrid. La cortina de humo tejida por el club es de dimensiones estratosféricas. De la depresión a la euforia. Tiene su mérito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Qtal??
Felicidades por vuestro Blog, está muy bién hecho y se nota que lo haceis de manera independiente y por amor al deporte rey.
Pero a mi no me parece tan dura vuestra "jornada laboral". Empezais a las 11 de la mañana y os vais tarde...La gran mayoria de gente de este país hace más horas y no está tratando temas tan estimulantes y agradables.
No es una crítica destructiva, sólo un pequeño matiz.
El artículo me parece original ya que aporta otro punto de vista distinto de la presentación de Henry.

Anónimo dijo...

Apreciado amigo/a. Es bien cierto que no nos podemos quejar por trabajar en lo que siempre hemos soñado, aunque te contaré una cosa. La historia que explica David es real y, de verdad, fue un día que podríamos catalogar de divertido.
Pero también hay que tener en cuenta que no siempre es así. Hay días que te levantan de la cama a las 12 de la madrugada para ir a cubrir una cena de plantilla en quién sabe dónde, o partidos infernales de veteranos en Matalascañas, y días en que estás alejado de los tuyos. Por otro lado, no hay que olvidar que nosotros vamos allí a trabajar y, personalmente, tengo muy poco tiempo (por no decir nada) para disfrutar de lo que tengo a escasos metros.
Es lo que pienso. Trabajo de lo que quiero, pero no siempre puedo disfrutar de mi mayor pasión.