miércoles, 16 de mayo de 2007

La força d'un sentiment

No ha podido ser. Se ha repetido la historia de 1988 en Leverkusen y el Espanyol ha caído en la tanda de penaltis. La maldición va a continuar unos años más, pero no va a pasar mucho tiempo.

Podría hacer una crónica pura y dura del partido, hablar de la expulsión de Moisés, que ha sido clave, o la capacidad de reacción del equipo tras encajar el gol de Kanouté en la prórroga. Pero no será así, para esto ya están los periódicos.



Voy a centrarme en la parte de la final que no se ha visto, la otra cara, la del doble fracaso (si puede llamarse así) de los aficionados pericos que no han podido levantar el vuelo esta mañana desde el Aeropuerto del Prat.
Haré un resumen rápido para los despistados: En concreto, 392 socios del Espanyol han sido objeto de una estafa y es que habían comprado billetes para unos aviones que han resultado ser fantasma. De hecho, a las 9 de la mañana había 584 aficionados esperando estos vuelos, no han aparecido ni en las pantallas de la Terminal A del aeropuerto del Prat y ahí ya se imaginaba lo peor. Ha resultado ser la estafa de un "broker" a la compañía aérea Travel Gallery.



Ha habido negociaciones del club blanquiazul con algunas compañías y se ha conseguido un avión para casi 200 personas, que han sido los únicos afortunados (o no) que han estado en Glasgow.
En las muchas horas de espera, el Espanyol también ha negociado para fletar un Jumbo, pero la compañía sólo aseguraba la llegada para después del partido. Así que con esta negativa se han ido al traste los sueños de muchos pericos.
Pues bien, con ellos he pasado unas seis horas compartiendo nerviosismo, informaciones dudosas y algún que otro abrazo desconsolado de quién se había levantado a las 4 de la madrugada con toda la ilusión del mundo. En eso, no hay culés, merengues o colchoneros que valgan.
Había quién, como Marcos Olmo, había ahorrado mucho para costearse el vuelo (más de 600 euros), quién había mentido en el trabajo para poder viajar a Glasgow, otros jóvenes, como Alba Vera, que querían vivir su primera experiencia como hinchas de una final europea y al saber la noticia no podían aguantar las lágrimas. Historias como las de Edu Samsó, que venía de Vilassar de Mar; o Joan Oller que todavía a estas horas no se cree que no ha estado en Escocia…


Lo peor es que no sólo han llorado los más pequeños. Se me ha roto el corazón viendo a un señor mayor que había asistido a la final de Leverkusen y ansiaba sacarse la espina en Hampden. Su vuelo ha sido un timo y se ha quedado en tierra. He sido él. Y eso es el periodismo.




Hoy me he sentido periodista, persona y hasta amigo. Los aficionados se acercaban a mi en busca de información, y tras tantas horas, ha llegado un momento en que alguno me abrazaba sollozando. Y es que te deshaces. Te pones en su piel, y te sientes uno más.


Es una sensación brutal. Y concluyo dos cosas:

1. El Espanyol tiene una de las mejores aficiones del país, sin lugar a dudas. Por el partido que viví en Montjuic contra el Werder Bremen, por lo del Aeropuerto, por el apoyo de la afición cantando "este partido lo vamos a ganar" con el 1-2, y porque con el campo nuevo, la pericada será la envidia de todos (entre ellos, el Barça). En Cornellá - el Prat se va a recuperar el espíritu de Sarriá.

2. El fútbol está y debe estar para unir, no para enfrentar.

Ánimo Espanyol y Felicidades Sevilla

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo del Español tiene muchísimo mérito. Voy a explicarlo haciendo un símil con el mundo empresarial: el Español es una pequeña-mediana empresa que cmpite directamente por proximidad con una multinacional llamada Barça. Como no puede competir en recursos, ha decidido focalizar sus recursos en la generación de talento en su cantera. Ha rechazado competir en el fichaje de cracks mediáticos para centrarse en crearlos. Y el resultado lo vimos ayer: sentimiento, orden, lucha, calidad, compromiso e ilusión de un equipo joven y con talento. No ganaran la Champions, pero ayer se ganaron el respeto y la admiración de todo el futbol europeo. Como diría el Director de la multinacional vecina: que n'aprengui'n!

Anónimo dijo...

Todo muy bonito oriol pero... ¿y si el Espanyol hubiera ganado?

Durante toda la noche hubiéramos oído "Barça muérete", "Yo tenía un amigo culé y de putas me lo llevé", "culés hijos de puta", Barça mierda"...

Realmante te duele que estos cabrones hayan perdido?

Anónimo dijo...

Felicidades Oriol por este artículo. Soy perico y te aseguro que leyéndolo se me ha puesto la piel de gallina. Estuve en Glasgow y regresé más sonriente que triste, porqué la imagen que ofrecimos a toda Europa demuestra lo que realmente significa ser del Espanyol: tener un sentimiento. Espero que no se repita la historia de hace 20 años y no se nos rompa el equipo para poder seguir creciendo y estar más habitualmente en competiciones europeas, que este club se lo merece.
Para terminar me gustaría agradecer las muestras de apoyo que se han leído, visto y escuchado desde la final de la final de la UEFA por parte de todo el país. Y en especial a gran parte de la masa culé, que realmente se han portado personas (siempre hay excepciones, claro, como el del comentario anterior...).
Sin más, me despido anhelando que la UEFA tenga corazón y nos invite la próxima temporada para tratar de defender con orgullo nuestra condición de subcampeón.
Felicidades por el blog!!!

Anónimo dijo...

Hace gracia releer este artículo ahora que el Barça ha perdido la Liga en parte por la actuación y motivación del Espanyol en el Camp Nou. La otra parte es que la perdió el propio Barça.

Yo sufrí con los perikos viendo la final de Glasgow...Pero nunca más.
Lo triste para ellos es que quizá disfrutaron más quitando la Liga al Barça que ganado una UEFA. Porque no nos engañemos, son más anticulés que perikos. Y si te defines diciendo primero que eres anti algo es que ya de por si eres muy poca cosa.