martes, 19 de febrero de 2008

Su partido más importante


El día en el que el mundo del fútbol se rindió a los pies de Alfredo di Stéfano

Como él mismo dijo, este partido lo jugaba en casa. Y su casa no es otra que el Santiago Bernabéu. Por eso el saque inicial y el primer tiempo se disputaron en el estadio madridista. Allí recibió el Premio Presidente UEFA de manos del máximo dirigente del fútbol europeo e inauguró la exposición que recorre su vida en imágenes. En el descanso, la afición -más de 600 invitados- se trasladó a Valdebebas, donde se jugó la segunda parte. Di Stéfano descubrió la estatua que inmortaliza la figura del mejor jugador de la historia del Real Madrid. El pitido final se sustituyó por el aplauso unánime del mundo del fútbol, que se rindió a un mito del balompié que ya ha escrito su nombre con letras de oro en la historia de este deporte. Gracias Alfredo por vestirte de corto una última vez…

El pasado domingo fue un día único, irrepetible, increíble. Ver a los más grandes del fútbol mundial reunidos en torno a una sola figura provoca un sentimiento muy especial. En el momento, el nerviosismo del directo y la ansiedad por hacer un buen trabajo, no te deja claridad en la mente para disfrutarlo. Bajo esa carpa blanca –de qué otro color iba a ser- se reunía la mayor cantidad de talento que nunca antes se había visto. Un día en el que las estrellas actuales, Cannavaro, Raúl, Robben o Iker Casillas, dejaron paso a otras que lucieron durante tantos años en el firmamento futbolístico de hace años. Sólo un protagonista: Don Alfredo.

Emocionado. Cariñoso. Feliz. La Saeta se vistió por última vez de corto para jugar el mejor partido de toda su vida. El que sirvió como reconocimiento de todo el fútbol mundial. Bajo el son de un tango y su himno del Madrid, el clásico, el de las mocitas madrileñas. Alfredo Di Stéfano dio las gracias. Y el mundo del balón le cantó más alto aún: GRACIAS VIEJO, GRACIAS DON ALFREDO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No me lo merezco, pero lo trinco.....