domingo, 30 de septiembre de 2007

El otro Barça – Levante


Para los que no hayan estado nunca en el estadio Ciutat de Valencia, que se imaginen el campo de su pueblo con un par de gradas más y allí lo tienen. Es, sin lugar a dudas, de lo peor que se puede encontrar. Los accesos son fatales puesto que cada año hay obras, de estética es inaceptable para un club de primera división y en cuanto a las facilidades para los periodistas… ni hablemos.

Fatal, sí. Aunque todo esto no influye en el desarrollo del juego, pero había una cosa que sí, el césped. Había trozos de campo donde había unos baches increíbles, y la irregularidad se percibía tan sólo ver como Messi conducía el balón.

¿Y por qué pasó eso? Pues porque hace exactamente 38 años que no se cambia ese césped. Me lo explicaba el encargado (y cuando digo “el” es porque sólo hay uno) del piso levantino, Raimon Ferrer. Este “superman” de la botánica se las ha arreglado para que lo que queda sobreviva de la mejor manera, y eso que ha tenido en contra 12 conciertos que se han realizado en el campo. “Son cosas del presupuesto, y si no mírate cuantos encargados hay en el Camp Nou”, me comentaba.

El caso es que, por suerte, el césped no fue protagonista. Como tampoco lo fue Giovanni Dos Santos, un chico bastante bromista. Me explico. Des del primer minuto, yo me fijaba en el juez de línea que tenía delante porque se movía de una manera muy extraña. La verdad es que hacía cierta gracia. Pues bien, cuando Gio salió a calentar lo vio y se acercó para comentarme la jugada. “¿Qué le pasa a éste? ¿Has visto cómo se mueve? ¡Pero si se está metiendo dentro del campo!, me decía entre risas.

Después entró al terreno de juego con mal pié. Tenía delante a un doberman llamado Bruno Cirillo. Hoy, tras el entreno, Dos Santos me confesaba que sólo pisar el césped se le acercó y le dijo: “vamos 1-4, ojo con lo que haces”. Marcando terreno el amigo.

Y aunque Gio no marcó, se llevó algo más de tres puntos. Cirillo apareció por la zona mixta con una tirita en la ceja. ¿De qué? Pues de un codazo del joven mexicano. “¡Sin querer eh!”, me decía esta mañana.

Por último, comentar un solo detalle. Ayer entrevistamos a Messi y Andrés Iniesta, y puedo constatar que reciben de lo lindo. El argentino tenia rascadas en los brazos, y las piernas con algunos moratones. Mientras que el de Fuentealbilla casi no podía mover el labio del codazo que le habían dado.

Si lo paramos a pensar, también es lógico. Se pega a quien juega. Y no se puede dudar que estamos ante dos jugones de mucho cuidado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿"Des del primer minuto"?

Manejemos bien el castellano, por favor.

Anónimo dijo...

Señor anónimo, si de todo el texto te tienes que quedar con eso apaga y vamonos.

Anónimo dijo...

Me ha parecido un buen escrito que aporta otra visión del partido bastante fresca y original. En la línea del blog en general. Anónimo?? He cometido alguna falta?? Es que me da palo pasar el corrector...Gracias